Mari
Amor de la adolescencia, quizás para mí la mejor persona de corazón
que me he cruzado en mi camino… pero su gran corazón iba en contra del mío que
a veces pienso que no es del todo claro y le gusta hacer daño a las personas más
cercanas que tiene a su lado…
Nos conocimos en el instituto de hostelería después de la
ESO, en el grado medio… ella no llegó al final y no termino el curso, pero
bueno lo mejor de todo es que me lleve su amistad. LA conocí personalmente
porque ella me dejo, primero lo que me llamo la atención fue su belleza y su simpatía,
después me ganó su corazón… pasábamos muchos ratos juntos, en su barrio, en su
piso con su madre y me fue ganando día a día, soy de corazón fácil, pero también
con pies en la tierra… cuando yo vi que ella quería ir un poco más lejos después
de lo que me pasó con Raquel pues como que no quería perder a verdaderas amigas
y entonces yo me apartaba un poco siendo claro.
Los años que han pasado, han sido verdaderos, siempre hemos
estado conectados por diferentes motivos, su madre murió hace un par de años y
lo sufrí tanto como si hubiese sido la mía de nuevo, tuve la suerte de verla días
antes de su fallecimiento y de poder despedirme, la verdad es que me quiso como
un hijo… le pregunta a Mari por mi casi a diario, a ella le hubiese gustado que
hubiésemos sido pareja y no un simple rollete de borrachera…
Sus cumpleaños y los míos pues siempre estamos ahí el uno
con el otro, ella sigue haciendo su vida con hombres que conocen pero siempre
les deja claro que soy su mejor amigo y que si algún día tiene que escaparse
para tomarse un café conmigo que lo va a hacer, que si no lo aceptan puerta… o
por lo menos es lo que ella me dice. La verdad aun no ha encontrado el hombre
ideal, lo ha pasado mal con ese tema y yo de una vez por todas quiero que no
siga sufriendo con ese tema.
Cada vez que quedamos recordamos momentos de aquel año en el
instituto y nos reímos a carcajadas, me encanta, es la chica que todo hombre desearía,
porque es transparente y sincera como ninguna que conocí, siempre ha ido de
frente y nada egoísta ni celosa, puedo decir que la quiero y la quiero muchísimo,
para mi es mi amor platónico y siempre lo será.
Un saludo Víctor
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